lunes, 30 de julio de 2012

Yogurt casero



No suelo comer demasiado yogur. De hecho, nunca me gustó mucho hasta que llegó el tipo griego de La Serenísima. Pero, obvio, está repleto de azúcar, así que lo como con moderación. Además, es la base de un montón de recetas saladas, sobre todo de la cocina del Medio Oriente. Así que quise darle una oportunidad a esta receta que encontré por la web.

Busqué y busqué info, porque todas daban datos diferentes, aunque coincidían en lo mismo: la temperatura. Lo MÁS importante, es mantener una temperatura constante durante las horas de fermentación.

Y nada de termómetros ni cosas locas. Acá hay que usar todos los sentidos, sobre todo el común!

Va la receta!

¡Hola mundo!